miércoles, 16 de noviembre de 2016

LA LEYENDA DEL DORADO

Gracias por pasarte por este blog , aquí te informare sobre un de las leyendas más importante a lo largo del siglo XVI  y esta es la leyenda del dorado





                                                                         ORIGEN






Esta leyenda toma su originen en  los  turbios acontecimientos  de  la colonización en el siglo XVI , cuando los españoles escucharon por parte de los indígenas un famoso relato de un cacique que vivía en una ciudad hecha de oro con riquezas incalculables. Lo que mas les  sorprendía a los españoles era que los indígenas comentaban de un gran ritual que se efectuaba en el dorado y consistía en que el cacique se recubría de polvo de oro en el centro de una laguna para venerar a una deidad y espiar sus pecados, era la famosa ceremonia del cacique de oro.



Los españoles realizaron varias expediciones en búsqueda de esta tierra de grandes riquezas que se encontraba ubicada en el (altiplano-cundiboyacense) en la laguna de guatavita en el virreinato de la nueva granada. afortunadamente  los colonizadores nunca tuvieron éxito e su búsqueda.









                                                                            LEYENDA 



se cuenta que este cacique encontró a su mujer en un gran acto de infidelidad , a causa de esto la ira del cacique fue tan grande que ordeno a los indígenas que le recordaran su infidelidad por medio de coplas y relatos que la dejaran en vergüenza hasta el día de su muerte. La mujer no aguanto el remordimiento y la humillación causada por su pueblo así que decidió irse con su hija y dejar la tribu , el cacique al darse cuenta de esto envió hombres en su búsqueda, estos persiguieron a  la mujer y a su hija hasta una laguna (  laguna de guata vita ) donde des-afortunadamente  las dos se ahogaron.


El cacique arrepentido por lo ocurrido quiso buscar la ayuda de los sacerdotes , estos le dijeron que  su mujer todavía estaba con un vida   en  un palacio en el fondo de la laguna y que debía honrarla con ofrendas de oro para espiar sus pecados 




                                                                  UBICACIÓN 




Laguna de Guatavita 


La laguna de Guatavita, escenario natural y sagrado del acontecimiento lucía su superficie tranquila y cristalina como una gigantesca esmeralda, engastada entre hermosos cerros. Las laderas, con tupidos helechos, mostraban botones dorados de chisacá, chusques trenzados como arcos triunfales, sietecueros y fragantes moras. El digital, como un hermoso racimo de campanitas, matizaba de morado el paisaje; el diente de león, cual frágil burbuja, arrojaba al viento sus diminutos paracaídas para perpetuar el milagro de su conservación y los abutilones de colores rojos y amarillos sumaban al concierto de belleza natural, el diminuto y tornasolado colibrí, su comensal permanente



Jiménez de Quesada llegó al territorio muisca en búsqueda de ese Dorado. Trepó a la cordillera de los Andes desesperado de ir muy al sur y no encontrar lo que quería. Su deseo era atravesar las montañas y llegar a los Llanos, pero en el camino encontró la segunda mejor opción para cualquier conquistador: gente que podía ser encomendada, gente que obedecía a sus caciques, que practicaba la agricultura y que producía excedentes. No tenían minas de oro, pero poseían adornos de ese metal y además explotaban esmeraldas. El botín, aunque lejos de ser como el mexicano o el peruano, no era despreciable. Pero una vez trascurrido un año, la mira se puso de nuevo en los Llanos: los españoles se dirigieron al oriente, descendieron a los Llanos y penetraron las selvas. No les fue bien. El clima hostil y los indígenas impidieron que la expedición prosperara.



No obstante, en los Andes la sed de oro no acababa. Las encomiendas se habían repartido, y los conquistadores más pobres, como siempre, se habían quedado con nada. Ellos tendrían que buscar riqueza por su cuenta. Alguna la tendrían los muiscas: al fin y al cabo, ellos elaboraban tunjos de oro, cobre y aleaciones que ofrecían a sus dioses. Habría que buscarlos. Por lo menos había una pista: las lagunas eran sagradas. Allí quizá podrían encontrar riqueza fácil. Y así apareció la leyenda de Guatavita, como había cientos de otras leyendas comparables: una laguna donde, según algunas fuentes españolas tardías, y bastante cuestionables, se oficiaba la ceremonia de posesión del antiguo cacique de Guatavita. En 1550, cuenta el cronista Cieza de León, el Rey dio la orden de drenar el lago. En 1562, Antonio de Sepúlveda obtuvo licencia para hacerlo y parece que sacó una buena cantidad de oro. Luego, en 1625, un grupo de españoles trató de hacerlo nuevamente, sin mayor resultado. Después de la Independencia, José Ignacio París y algunos extranjeros se unieron en el propósito de desaguar la laguna, pero su intento se transformó en un desastre que terminó por matar algunos trabajadores. Finalmente, las miras se pusieron en otras lagunas cercanas, incluida la laguna Siecha, en la cual finalmente se encontraron algunos objetos de oro; aunque nunca se dejó de explorar Guatavita(CARL HENRIK LANGEBAEK 2006 ANTROPOLOGO )


ESPERO LES HAYA  GUSTADO VIEJOS, NO OLVIDEN COMPARTIRLO CON SUS AMIGOS 






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